una meditación para los tiempos de pandemia

La meditación y la atención plena han sido mis salvavidas en esta época desafiante de coronavirus. Mi problema con la cuarentena, que en Ecuador inició el 14 de marzo y esta proyectada a durar por lo menos hasta enero de 2021, es con no poder estar en la naturaleza. Difícilmente puedo aceptar las restricciones en mi movilidad, por que estar con los caballos, o pasear en un bosque sola, no pone a nadie al riesgo, pero si me permite mantener mi salud mental y física, y atender al bienestar de mis animales. El ninio rebelde dentro de mi grita por la injusticia de tener que pagar un precio alto por el descuido y también por el miedo irracional de otros. Tal vez ustedes también gritan internamente por la frustración que sienten.

Lo que me ha ayudado bastante superar y calmar la rabia y encontrar paz han sido yoga y meditación. Aquí comparto una breve meditación la cual encontré en la pagina de The Shift Network, que a pesar de su sencillez me parece tener todos los ingredientes de una meditación sanadora enraisante con la tierra:

Comience cerrando las puertas exteriores de tu percepción y volviendo tu conciencia hacia adentro. Descubre el lugar de amplitud y serenidad dentro de ti mismo, tan claro, tranquilo y quieto como un cielo sin nubes. Imagina que la naturaleza esencial de tu ser es como ese cielo. Siente la belleza prístina y la claridad de tu propia esencia espiritual que brilla en ese cielo espacioso de tu ser tan luminoso y radiante como el Sol.

Ahora imagina tus pensamientos y emociones como nubes moviéndose por el cielo, a veces suaves y esponjosas, a veces inmensas y tormentosas. A veces las nubes son tan densas que bloquean totalmente la luz del sol. Sin embargo, nunca olvides que, al igual que la energía radiante del sol, que brilla continuamente detrás de esas nubes, la claridad cristalina de tu propia verdadera esencia espiritual siempre puede brillar, sin ser perturbada por lo que aparezca ante ella.

Inhale lentamente e imagina la energía radiante de la fuerza vital desde el centro de la tierra, que se eleva hacia tus pies, atraviesa las piernas y llega a la pelvis, sosteniéndola y conectándola a tierra. Siente cómo la energía sube por tu columna vertebral y fluye a través de tu cuerpo, alimentando cada célula. Al exhalar, véalo irradiar desde la parte superior de tu cabeza, como una fuente de luz brillante, creando una esfera protectora
toroidal, o como un huevo, a tu alrededor, envolviendo tu cuerpo con su calor y brillo. Siente esta poderosa luz nutritiva que barre toda negatividad, miedo y enfermedad como un fuerte viento limpiador, que llena tu cuerpo de energía luminosa con su poder curativo, creando un vibrante escudo de amor y protección.


El campo toroidal del ser humano

El campo toroidal del ser humano

El campo toroidal mencionado en la meditación es el resultado de las propiedades electromagnéticas de nuestro cuerpo. Sin entrar en el detalle, el cuerpo humano es un imán, con todas las células contribuyendo a su propiedad eléctrica. Los estudios científicos han detectado que el campo toroidal, ademas alimentado por las propiedades electromagnéticas del corazón, se extiende a dos metros de distancia del cuerpo (y hasta a cuatro metros, cuando las personas están meditando).

El campo toroidal del equino

El campo toroidal del equino

Todos seres vivos posean el campo electromagnético toroidal, y por supuesto caballos también. Su campo toroidal se extiende a la distancia de nueve metros, y es al menos cinco veces mas fuerte que el del humano. Que ocurre cuando una persona se acerca a un caballo, donde los dos campos toroidales se sobreponen? Que ocurre con los campos toroidales en binomios jinete-caballo?

Las personas que tienen la oportunidad de interactuar con caballos, cuando logran a estar plenamente presentes, sin distracciones, frecuentemente experimentan un estado de bienestar y paz. De hecho, investigaciones demuestran beneficios fisiológicos reales: reducción en la presión sanguínea y en la tasa de batimiento cardíaco, niveles mas altos de endorfinas (neurotransmisores que disminuyen dolor), decremento en niveles del estrés, reducción en emociones negativas (ej. rabia, tensión, hostilidad y ansiedad), mejoras en funcionamiento social, y mayor sentido de empoderamiento, confianza, paciencia, y auto-eficacia.

Yo pienso que al permanecer al lado de un caballo tenemos la posibilidad de experimentar mucho más: a conectarnos con una fuerza vital inmensa, con una presencia totalmente Zen. Los beneficios aumentaran aun más cuando meditamos en la presencia del caballo. Ojala que un día tendrás el chance de experimentarlo.